Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
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Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.

Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...


Gracias


Maria Beatriz.



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En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

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NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO

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Hemos vuelto

Queridos hermanos en Cristo. Tras algunos años de ausencia por motivos personales. A día de hoy 24 de Marzo del 2023, con la ayuda de Dios Nuestro Señor retomamos el camino que empezamos hace ya algún tiempo. Poco a poco nos iremos poniendo al día, y trataremos de volver a ganarnos vuestra confianza.

Gracias de antemano y tenednos paciencia.
Dios os guarde a todos y muchas gracias a los que a pesar de todo habéis permanecido fieles a este blog, que con tanto cariño y tanta ilusión comenzó su andadura allá por el año 2009

Dios os bendiga y os guarde a todos.

CAMINATA DE LA ENCARNACIÓN

18 de diciembre de 2011

LA INFANCIA DE JESÚS


Los orígenes de Jesús
Sólo dos evangelistas nos hablan de los orígenes de Jesús: Mateo y Lucas. Marcos y Juan presentan a Jesús en el escenario de la predicación de Juan Bautista, recibiendo el bautismo, al inicio de su vida pública.
. Lucas siente la necesidad de situar a Jesús en la historia. Por eso incluye los acontecimientos previos a su etapa de predicador del Reino de Dios. El evangelista trabaja mucho la redacción:
ESCENA
CITA
Escena de la anunciación de Juan Bautista
1,5-25
Escena de la anunciación de Jesús
1,26-56
Escena del nacimiento de Juan Bautista
1,57-80
Escena del nacimiento de Jesús
2,1-21
Escenas de Jesús niño
2,22-52
 
. Lucas inicia su Evangelio con el relato de la infancia de Jesús. Está escrito todo después de haber compuesto los relatos de la Pasión y Resurrección. Se trata de una densa teología puesta de forma sencilla y narrativa. Pero hay que buscar su sentido en lo que Jesús es: el Hijo de Dios. Los pasajes de ia infancia de Jesús tienen sentido a la luz de otros pasajes del Antiguo Testamento y del contenido mismo de lo que después el autor narra de este niño pequeño que se presenta ante su pueblo como el enviado de Dios.
. Mateo está preocupado por demostrar que en Jesús se cumplen las profecías. Desde 1,23 multiplica las citas del Antiguo Testamento de modo que aparezca que todo lo de Jesús es para que se cumpliera lo dicho por los profetas, las Escrituras: cfr. 1,23; 2,15; 2,17; 2,23; 8,17; 4,14; 12,17; 13,35; 21,4; 27,9.
. Mateo, en la composición del evangelio de la infancia, proyecta el acontecimiento pascual. Los primeros momentos de la vida de Jesús son ya como la anticipación de lo que será la Pasión y la Pascua. En definitiva: la narración de la infancia de Jesús de Mateo se entiende solo a la luz de otros textos y otros acontecimientos de la Escritura.

Las imágenes
La imagen tiene una importancia grande en la educación y en la educación religiosa. Permite que el niño y el adolescente elaboren su propio mundo simbólico, su universo de representación de manera que el texto de la narración pase de ser «letra» a ser «una historia con escenas, una representación de la vida, una realidad visual». Depende ya de cada niño la reelaboración propia de acuerdo con su psicología y contexto educativo-cultural. De ahí la importancia de hacer descubrir al niño y adolescente la intencionalidad pedagógica que hay en las imágenes de esta serie. Creemos que no es suficiente mostrar los dibujos. Es necesario explicarlas, leerlas, hacer catequesis con ellas.

Los evangelios de la infancia tienen una ternura que engancha fácilmente con lo más profundo de la persona. La belleza de la narración en sí misma y los acontecimientos que se describen suscitan interés y una cierta implicación. En los relatos están todos los elementos que hacen de la historia narrada un historia interesante y atrayente: hay sorpresa, hay una familia en viaje, un niño que nace en pobreza y que conmueve, además se siente amenazado o desplazado, pasan a su lado cosas fuera de lo normal... Ternura, compasión, curiosidad, solidaridad son sentimientos que afloran a lo largo de la trama de los evangelios de la infancia de Jesús.

Nos podemos quedar ahí, en lo anecdótico. O podemos ir más allá. Esas anécdotas tienen un significado, son anuncio de una realidad de salvación. Más aún, lo que parece anecdótico resulta que tiene una significación profética... Dios nos revela cómo es y cómo nos quiere a los hombres en las peripecias de un niño cuyo nombre es Jesús, Emmanuel, Mesías, Hijo de Dios. El nacimiento que se nos cuenta es profecía del final de su vida: muerte y resurrección.

Cada cuadro o viñeta  es la síntesis de una escena. El pintor ha resumido en un cuadro el mayor número posible de detalles de la narración bíblica. Por tanto, es preciso «mirar con detenimiento».

Corremos un peligro: «Como ya nos sabemos las historia, la vemos por encima». Actuando de esta manera, los detalles no se perciben: expresión del rostro, posición de las manos, miradas, composición estética, uso del color...

Lectura de las imágenes

La confesión de la fe
Los creyentes afirmamos en el credo:
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre...

Esta profesión de fe en el misterio de la Encarnación es la que está presente en las imágenes. Lo que decimos con palabras breves, con fórmulas dogmáticas todos los domingos, cuando nos reunimos en asamblea litúrgica y recitamos el credo, lo representamos aquí en escenas, recordando los momentos iniciales de Jesús o la Infancia de Jesús.

Los colores
Es importante fijarse en el color. Tiene mucha importancia en cada imagen. Se han empleado tres colores con una fuerza simbólica especial: el amarillo, la luz, la presencia de Dios (Dios es Luz de luz, decimos en el credo); el rojo, el amor (por nosotros y por nuestra salvación bajó del cielo); el azul, que refleja la pureza (fue concebido por obra del Espíritu).

La presencia de María
La imagen central la ocupa María, la Madre de Dios, y está dibujada con unas características propias de los iconos tradicionales:

- las tres estrellas, una en la cabeza y una en cada hombro, indican que está habitada, llena de la presencia del Dios Trino;

- el color azul indica su condición virginal; no se perciben otros colores en María porque se quiere resaltar que Jesús «nació de Santa María, Virgen»;

- el color amarillo de su cara está reflejando que está cubierta por el Espíritu; lo que en ella acontece es obra de Dios; la luz desciende de lo alto y la envuelve, la hace fecunda como tierra que da su fruto;

- estrecha al Niño en sus brazos y lo presenta al espectador, no es un hijo para ella. Es un hijo para todos, «él salvará al pueblo de sus pecados»; este hijo no necesita tener consistencia en su Madre, la tiene por sí solo; María es solo el ostensorio por el que contemplamos al Hijo.

- Jesús lleva los signos de su identidad:

- el libro o rollo en la mano izquierda, el evangelio que él predicará; además, en él se cumplen todas las profecías como explica el Resucitado a los discípulos de Emaús (Le 24,27.44-47); él es la Verdad y él es la Palabra encarnada (Jn 1,14; 14,6);

- con la mano derecha bendice según la tradición oriental uniendo los dedos pulgar y anular (una naturaleza, tres personas);

- no es un niño pequeño, sino que tiene el aspecto de adulto; son los signos propios de la representación del Pantocrátor, el Señor a quien el Padre ha encomendado todo y le ha dado poder sobre toda la creación y «su reino no tendrá fin»;

- está revestido de color rojo, el rojo del amor que salva;

- pero también de amarillo porque este niño está «lleno de gracia y de verdad»; es Luz de luz y nadie conoce al Padre nada más que él y a quien él se lo quiera anunciar.

Las escenas de las imágenes
La imagen central sirve para revelar la identidad de la Madre y del Hijo. Está rodeada de diez escenas de la infancia extraídas de los evangelios de Mateo y Lucas que nos narran el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios. Para entender las viñetas hay que tener muy en cuenta los colores con los que los personajes están representados: los vestidos, los rostros, las manos. Cada cuadro evoca una escena tal como el dibujante la ve y nos la transmite y quiere que la veamos. No se puede pretender que en un cuadro esté todo dicho, pero nos ayuda a ir al texto y a interpretarlo en una dirección.

1. La Anunciación (Lucas 1,26-38)
Los colores hablan de dos detalles fundamentales: la encarnación es obra del Espíritu, iniciativa de Dios que invade la escena. Dios viene de lo alto y envuelve a María (color amarillo). María acoge el mensaje del ángel con la pureza de una doncella virgen (color azul). Todo es obra de Dios. Las manos de María indican postura de acogida, de aceptación, de interiorización y de súplica. El ambiente que envuelve toda la escena habla claramente de que se trata de un acontecimiento divino.

2. La Visitación (Lucas 1,39-45)
Los rostros expresan diferencia de edades y ambos están iluminados por la luz que no nace de ellas mismas, sino que viene de Dios. Caer en la cuenta de la postura de María, que es la que lleva la iniciativa, la que está en movimiento, la que va hacia su prima Isabel. El detalle del pintor es bonito al mostrar el vientre de María iluminado. ¿Es María la que visita a su prima o es Jesús, el fruto de su vientre, el que lo hace?

3. José recibe el anuncio del ángel   (Mateo 1,18-25)
Los colores son elocuentes: José está revestido de realidad terrena. En esa realidad que él vive aparece la luz de lo alto, el mensaje del ángel. No es algo que se le ocurre al ángel, sino algo que viene de parte de Dios, muy bien reflejado en los colores.
4. Jesús nace en Belén (Lucas 2,1-7)
El texto bíblico indica con claridad que se trata de un acontecimiento humano que tiene un puesto en la historia, en unas coordenadas de espacio y de tiempo. Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre. Todo viene de Dios como luz de fondo que irrumpe en la noche y se manifiesta en Jesús.

5. Jesús es anunciado a los pastores  (Lucas 2,8-20)
La escena se fija no el anuncio del ángel a los pastores, sino en el encuentro de los pastores con el recién nacido. Desde el primer momento, este niño es Luz que ilumina a todos. Los que van a adorarlo son iluminados por él. Es el centro de la escena de dos maneras: como niño pequeño y como cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1,29). En el nacimiento ya está presente el momento del calvario, con la profecía de Isaías 53,7 sobre «el cordero que es llevado al matadero».

6. Jesús presentado en el Templo  (Lucas 2,22-35)
El rostro de Jesús destaca sobre todos los demás rostros. Jesús es reconocido y pintado como «luz revelada a los paganos y gloria de tu pueblo Israel». El viejo Simeón entiende más que sus padres de Jesús. Su madre está abrumada; le sobrepasan las cosas... Una lágrima es reflejo de la espada que le profetizan que atravesará su corazón.

7. Jesús es adorado por los Magos de Oriente (Mateo 2,1-12)
La identidad humano-divina es proclamada por los Magos en los dones que le regalan. Oro: como rey que es; Incienso, como oración que sube a lo alto e intercede por todos; Mirra, aroma usado en la sepultura. Los Magos son los primeros paganos que adoran a Jesús. Jesús se presenta como Salvador universal. También aquí el juego de colores es patente: la mitad de la escena está iluminada, la otra mitad, con más sombras. La estrella que les ha conducido a la Luz se abre sitio en medio de una escena cargada de personas.
8. Huida a Egipto (Mateo 2,13-15)
Momento de oscuridad en la vida de la Sagrada Familia. Sólo hay luz en el Hijo porque él es la Luz. Desde el inicio de su vida, la vida de Jesús está amenazada. Viene a entregar la vida para que todos tengan vida.

9. Jesús entre los dodores del Templo (Lucas 2, 41-50)
Donde está Jesús está la Luz. La sorpresa de sus padres al contemplar la escena queda bien definida por el dibujante. Jesús ocupa la mayor parte de la escena, todos los demás personajes, también sus padres, quedan en segundo lugar, son menos importantes. Es la primera revelación directa de lo que él es y de lo que él tiene que hacer: «ocuparse de las cosas de su Padre». Identidad y misión se revelan a una. Jesús tiene una relación con su Padre que está por encima de toda otra relación.
10. Jesús crece en Nazaret  (Lucas 2,52; 3,23)
Jesús, como hombre, asume la condición y experiencia humanas; crece en una familia con su madre María y con José. Una vida callada hasta que se cumpla la plenitud del tiempo y comience su vida pública.
Fuente:
Revista Catequistas, Editorial CCS, 2004

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