Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
(casi todo es sacado de la red)

Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.

Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...


Gracias


Maria Beatriz.



SI AL CRUCIFIJO Tu quita un Crucifijo y nosotros pondremos mil

En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

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NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO

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NOTICIAS SOBRE S.S.FRANCISCO

Hemos vuelto

Queridos hermanos en Cristo. Tras algunos años de ausencia por motivos personales. A día de hoy 24 de Marzo del 2023, con la ayuda de Dios Nuestro Señor retomamos el camino que empezamos hace ya algún tiempo. Poco a poco nos iremos poniendo al día, y trataremos de volver a ganarnos vuestra confianza.

Gracias de antemano y tenednos paciencia.
Dios os guarde a todos y muchas gracias a los que a pesar de todo habéis permanecido fieles a este blog, que con tanto cariño y tanta ilusión comenzó su andadura allá por el año 2009

Dios os bendiga y os guarde a todos.

CAMINATA DE LA ENCARNACIÓN

29 de enero de 2012

LECTURAS DEL DOMINGO 29 DE ENERO DE 2012

ENSEÑAR CON AUTORIDAD


1.- Este enseñar con autoridad es nuevo. Cuando los judíos que habían ido a la sinagoga oyeron hablar a Jesús “se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad”. ¿Qué querían decir los judíos cuando afirmaban que Jesús enseñaba con autoridad? El texto evangélico lo deja bastante claro, cuando añade a continuación: porque “hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen”. La palabra “autoridad” no significa, pues, autoritarismo, ni mucho menos despotismo, sino eficacia: cuando Jesús dice algo, eso se cumple. Las palabras de Jesús no son palabras vacías, o frases más o menos bonitas; las palabras de Jesús se traducen en hechos. Jesús hace lo que dice y lo que Jesús dice se hace: hasta los espíritus inmundos le obedecen, es decir, nadie es capaz de contrarrestar o anular la fuerza de las palabras de Jesús. En eso se distingue de los escribas y fariseos. Los escribas y fariseos, cuando hablaban en la sinagoga, solían hablar bien, muy bien, y con un gran conocimiento de la Ley, pero sus palabras se quedaban sólo en eso: en palabras. No había correspondencia entre lo que decían y lo que hacían; sus palabras eran palabras vacías, sin fuerza persuasoria, sin autoridad. Jesús hablaba de otra manera; su manera de hablar era algo nuevo. Podríamos preguntarnos nosotros, los discípulos de Jesús: cuando hablamos nosotros, ¿hablamos con autoridad?; ¿hacemos lo que decimos y se hace lo que nosotros decimos?

2.- Pondré mis palabras en su boca, y les dirá lo que yo les mande. El pueblo de Israel había pedido al Señor que les mandara algún profeta que les hablara en su propio lenguaje. No querían que el Señor siguiera hablándoles a través de truenos o zarzas ardiendo. Y el Señor les dice por medio de Moisés: sí, tenéis razón, os mandaré un profeta de entre vosotros, como Moisés. Pero debéis escucharle y hacer lo que él os diga, porque el profeta hablará en mi nombre. Al profeta que no hable en mi nombre, yo le castigaré y si vosotros nos escucháis al profeta que hable en mi nombre, os pediré cuentas. Todos nosotros, en algún momento, podemos ser profetas y hablar a otros en nombre de Dios y todos nosotros, en algún momento, podemos oír hablar a algunas personas en nombre de Dios. En uno y otro caso, debemos saber distinguir lo que es voz de Dios y lo que es mera voz humana. Para nosotros, los cristianos, el criterio decisivo para saber distinguir esto es el evangelio de Jesús. Dios nos ha hablado por medio de su Hijo y nuestras palabras y las palabras de los demás serán tanto más verdaderas cuanto más se acerquen a la palabra de su Hijo, a la Palabra de Dios.

3.- Quiero que os ahorréis preocupaciones. San Pablo, en esta carta a los Corintios, habla sobre la conveniencia de casarse o permanecer soltero. El soltero, la soltera, dice el apóstol, está más libre para dedicarse “al trato con el Señor” Pero no quiere darles ninguna norma, se trata de un simple consejo, porque en la práctica unos tendrán vocación de solteros y otros tendrán vocación de casados. Y “más vale casarse, que quemarse”. Él, les dice, está soltero y cree que esto es lo mejor, porque así tiene más tiempo y está más libre para dedicarse a las cosas del Señor. Que cada uno mire cuál es su vocación y actúe en consecuencia.

4.- Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: “no endurezcáis vuestro corazón”. Estas palabras del salmo 94 son un buen consejo, y un buen deseo, para cada uno de nosotros, todos los días de nuestra vida. Estar siempre atentos a la voz del Señor y cumplir lo que el Señor nos dice. Que la palabra del Señor sea para nosotros palabra eficaz, que acatemos siempre con corazón dócil lo que el Señor nos manda. Que el hablar de Cristo, su evangelio, sea siempre para nosotros un hablar con autoridad, una palabra que se cumpla en nosotros.

Gabriel González del Estal
www.betania.es

VENCER AL ESPÍRITU DEL MAL CON UNA SENCILLA PALABRA
1.- Dios quiso refrendar sus palabras delante de aquel pueblo recién salido de Egipto al entregarle la ley en el monte Sinaí y lo quiso hacer o con la escena impresionante de una erupción volcánica o con una repentina tempestad en el monte. Pero no pudo llegar a los de su pueblo, sino que los atemorizó de tal manera que estos pidieron a Moisés que no les volviera a hablar Dios, sino él, o algún profeta, y Dios se acomodó a ello.
2.- Viene el Hijo de Dios y refrenda sus palabras:
a) no habla como los escribas, que sin duda apoyaban con tradiciones anteriores o interpretaciones de maestros anteriores.
b) Las bienaventuranzas, las parábolas, con su propia autoridad: “habéis oído… pues yo os digo”, “no matarás… el que llame imbécil a su hermano será reo”, “no cometerás adulterio… el que mire a una mujer deseándola ya cometió adulterio”, “odia a tu enemigos…ama a tus enemigos”
c) con vencer al espíritu del mal sin palabras mágicas con una sencilla palabra, porque para los judíos, inmediatamente debajo de Dios estaban los ángeles y los demonios, debajo de estos el hombre. Un poder que impera, que manda, en los demonios no puede ser humano, sino del ser superior que es Dios.
d) con el ejemplo de su vida que pasó haciendo el bien con sencillez y humildad,
e) dando al fin su vida por su doctrina, sin desdecirse nunca de ella.
3.- ¿Resuenan las palabras en nuestro corazón, con peso de autoridad, de convencimiento? ¿Nos dan paz, equilibrio, seguridad?
Si no lo sentimos así, o nos falta atención o fe:
a) atención, por estar inmersos en mil cosas las palabras del Señor nos llegan muy débilmente no cogemos la onda bien y hay que dar un puñetazo a la radio.
b) fe… ¿sentimos a Dios y sus cosas muy lejanas, muy de otros tiempos?
Cuando leemos cosas como la parábola del comprador de perlas, ¿tienen esas palabras la garra suficiente como para movernos a ese ejemplo? ¿O somos como los que oyeron a Jesús y sólo se admiraron de su autoridad… y siguieron sentados?
La palabra de Jesús no es el blablablá sin sentido, ni trata con ella de embaucarnos y “ganarnos” para su causa como puede hacer un político. Muy al contrario, Jesús a veces nos tiene que echar en cara nuestras maldades y lo hace con franqueza y sinceridad.

José María Maruri, SJ
www.betania.es

CUANDO ALGUNOS SE RETUERCEN
Seguimos, y muy de cerca, los primeros pasos de Jesús. Del “pasen y vean”, hoy cuarto domingo del Tiempo Ordinario, nos trasladamos a la fascinación por la peculiar enseñanza de Jesús. Añoramos, por mucho que algunos nos intenten convencer de lo contrario, la libertad con la que Jesús se expresaba: lo formulaba humanamente pero con una trascendencia divina. Hoy, en cambio, todo lo que “huela a divino” es postergado, orillado y cuando no…ridiculizado. ¿Dónde queda la libertad? ¿Sólo es para unos? ¿Sólo para aquellos que dicen a todo que “sí” y a nada que “no”?
1.- Si nos asomamos a los medios de comunicación (visual, auricular o escrito) difícilmente encontramos algo que nos sorprenda. Lejos de instruirnos lo único que intentan es adoctrinarnos. Lejos de hacerlo con autoridad (como Jesús lo concebía en un impresionante triple acorde FE/PALABRA/VIDA) pretenden diseñarnos otro estilo de vida desde la pura superficialidad o en fórmulas mágicas que luego se quedan en puras palabras, en sensacionalismo barato, en ruidos que nada dicen y en líneas maestras que luego resultan ser torcidas.
Por ello mismo, la Iglesia, siempre será un pequeño problema para la sociedad dominante (o para los domadores o anestesistas de la sociedad). Su autoridad (FE/VIDA/PALABRA) siempre será una llamada profética, un anuncio que sacuda conciencias, un aguijón con la única pretensión de que “el hombre inmundo” que se filtra por gobiernos, educación e información, cultura y plataformas mediáticas…..se deje guiar por una doctrina nueva, sabia y santa: el Evangelio. ¿Imposible? ¡No! ¿Exento de dificultades? ¡Tampoco! ¿Con luchas, incomprensiones y reacciones en su contra? ¿Acaso no las tuvo Aquel que hablaba y actuaba con máxima autoridad? ¿No las acogió, incluso con cintura, el mismo Jesús?
2.- Nos toca asistir a una realidad “poseída” por espíritus relativistas; pensamos que la autoridad suprema viene dada por los votos o por unas leyes. Creemos que, lo único válido y digno de ser tenido en cuenta, es lo legal, lo establecido, lo correctamente político. ¡Así nos va! Cuando la cultura tradicional mediterránea u occidental se empeña en apartar todo su entramado social de la relación con Dios (que es de donde viene toda auténtica autoridad) los resultados son o pueden ser catastróficos.
El hombre moderno, aunque nos parezca lo contrario, va buscando enseñanzas consistentes. Personas que, además de hacer bandera de ellas, las sepan transmitir desde dentro. ¿Y dónde está el secreto para trasladar aquellos convencimientos y pensamientos cristianos que sabemos pueden ser sal y luz o determinar un ambiente distinto al que vivimos? ¡Ni más ni menos que en nuestra relación personal con Dios! Empeñarnos en levantar un edificio sin cimientos es como pretender que un avión vuele sin motor. Reafirmar que el hombre puede vivir sin más leyes que las humanas, es tanto como dejar un crucero a la deriva en manos del capitán de turno. ¿Acaso no sería mejor dejarnos guiar por la fuerza de Dios, por las líneas maestras que Jesús pone sobre la mesa de nuestra vida?
3.- Solamente seremos luz ante el mundo cuando, lejos de dejarnos contaminar por tantos alientos que debilitan o atacan nuestra espiritualidad, nuestro ser Iglesia, nuestra identidad cristiana o nuestra militancia en Jesús y con Jesús, seamos escudos que detengan esos dardos envenenados que sólo tienen un fin: confundir, desacreditar, dar lo bueno como malo, lo noble como falso, lo santo como reliquia del pasado o a Dios como un ente inexistente.
¿Qué algunos se retuercen? Entonces es que vamos en la dirección adecuada. ¿Qué algunos permanecen indiferentes ante nuestra presencia? Entonces, seguramente, es que alguna flecha que otra, algún espíritu inmundo, se ha colado por las ventanas de nuestras almas y las ha dejado tibias o hasta congeladas.
¿Dónde está nuestro corazón? ¿En Dios? Entonces, en El, estará la fuente de nuestra inspiración, de nuestras palabras, de nuestra forma de ser…..de nuestra autoridad. ¿Lo reconocerán algunos o, tal vez, hace tiempo que desconectamos de ese arranque de vida y de gracia que es Dios?

Javier Leoz
www.betania.es

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